La banca española y el ICO estudian lanzar bonos sociales contra el Covid-19
Las empresas españolas han emitido más bonos sostenibles en 16 meses que toda la banca nacional desde que vio la luz este tipo de deuda destinada a financiar la lucha contra el cambio climático o aspectos sociales. Es más, Iberdrola en solitario ha colocado el doble que el sector bancario en su conjunto. Las compañías no financieras han liderado hasta ahora la emisión de deuda verde, pero la crisis del coronavirus puede suponer un cambio en esta dinámica.
Los bonos sostenibles destinados específicamente a financiar la lucha contra el Covid-19 son los responsables de esta nueva realidad. La organización que fija los criterios que determinan qué es un bono verde, social y sostenible ha hablado y no solo ha incluido los bonos Covid-19 en la categoría social, sino que anima a su emisión en atención al carácter de emergencia mundial que ha adquirido la pandemia y la necesidad de combatir la devastación que provoca.
"La epidemia del coronavirus es una cuestión social que amenaza la calidad de vida de la población mundial", señala la Asociación Internacional del Mercado de Capitales (ICMA).
Para acceder a la categoría, los fondos recaudados en las emisiones deben destinarse a financiar la atención médica, el sistema sanitario, la investigación o a paliar cualquiera de los efectos de la crisis en la sociedad, incluidos los daños a las empresas. Y la banca tiene mucho que decir en ese campo.
"En el día a día, muchos bancos e instituciones públicas van a hacer uso de recursos que estarán destinados a financiar actividades y situaciones que cumplen los criterios para ser considerados bonos sociales Covid-19. El volumen de financiación concedido a pymes, a sanidad o a temas relacionados va a ser muy elevado", señala Jesús Garrido, director de Mercados de Deuda de ING.
El sector no lo ha pasado por alto, con el Instituto de Crédito Oficial a la cabeza. Solo un día después de que Italia lanzara su primer bono social contra el Covid-19 a través de una institución financiera pública, el ICO ha publicado su nuevo marco de emisión sostenible y lo ha revisado para ampliar el alcance de esta deuda a la financiación para paliar los efectos del coronavirus. Sus líneas de créditos a pymes son un claro candidato. "El papel del ICO para afrontar las consecuencias de la pandemia del Covid-19 queda bien reflejado en la actualización del marco", explica la institución.
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Este paso convierte al ICO en el emisor más avanzado de España para estrenar esta nueva modalidad de colocaciones, pero no es el único que lo está mirando. Algunos grandes bancos también lo están haciendo, según fuentes financieras.
Por ahora, BBVA es el más activo en emisiones sostenibles, con 2.000 millones vendidos en el mercado. Las dos operaciones han sido en bonos verdes, pero el banco ya estaba estudiando dar el salto a la modalidad social antes de la pandemia. Santander ha colocado 1.000 millones en bonos verdes y cuenta con la experiencia de haber sido uno de los bancos directores de la colocación del bono social Covid-19 italiano. Bankinter se estrenó en enero con 750 millones verdes, mientras que CaixaBank ha sido el único hasta el momento en lanzarse por la vía de la deuda social, con 1.000 millones.
El estudio es todavía incipiente, sobre todo porque la mayoría de ellos están en el periodo de silencio previo a la publicación de resultados, lo que les impide emitir. Cualquier paso se dará ya a partir de mayo o junio.
Aunque la banca tiene acceso ahora a fuentes de financiación más baratas para dar préstamos que cualquier emisión, un bono social contra el coronavirus tiene otras implicaciones. "Estos bonos lanzan al mercado el mensaje de que la lucha contra el Covid-19 es un tema prioritario para la entidad que los emite, que tienen un compromiso frente a ello", añade Garrido.
Sobre todo, porque se espera que la pandemia provoque un giro en la percepción sobre esta deuda. Mientras que BlackRock alzó la voz en 2019 a favor de la inversión social, en 2020 lo hizo sobre la medioambiental y todo el foco estaba puesto en la lucha contra el cambio climático antes de que estallara la crisis, con los bonos con fines sociales en un segundo plano.
"Los inversores estaban más centrados en el combate contra el cambio climático y ahí es donde tenían pensado destinar más recursos. Pero la lucha contra el coronavirus es tan prioritaria en estos momentos que, si el emisor tiene la solvencia adecuada, habrá demanda suficiente para los bonos que se pongan en el mercado. Va a haber operaciones y van a salir bien", explica el directivo de ING, uno de los bancos en los que se ha apoyado el ICO para sus emisiones sostenibles.
Incluso Europa apostaba más por los bonos verdes que por los sociales y estaba estudiando reducir el consumo de capital en las financiaciones para luchar contra el cambio climático. "Los bonos sociales no estaban en la agenda. Esto va a cambiar ahora, pero no lo suficientemente rápido", concluye Garrido.