Solo en España, las administraciones tienen facturas sin abonar por 8.621 millones de euros

La crisis económica desatada por el coronavirus amenaza con llevarse por delante a un gran número de pequeñas y medianas empresas, tal y como desde la Gran Depresión de 2008. Para tratar de evitarlos, Alban Maggiar, presidente de SME United, la patronal que representa a 24 millones de pymes en Europa, ha remitido esta mañana una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, instándola a poner en práctica lo antes posible las medidas para aportar liquidez inmediata a las compañías. "Para garantizar la supervivencia y la rápida recuperación de las pymes en Europa, la liquidez es clave para las pequeñas y medianas empresas en Europa y una de las más importantes podría ser que las administraciones públicas pagaran en el plazo legal las deudas pendientes", recalca en la misiva, a la que ha tenido acceso Cinco Días.

Una demanda compartida por las organizaciones que representan a las pymes en España. Desde la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad, que reúne a 1 millón de empresas que emplea a 4,5 millones de asalariados y autónomos, calculan que Gobierno, comunidades autónomas y ayuntamientos acumulan 8.621 millones de euros en facturas sin pagar. A ello habría que sumar los 122.000 millones que adeudan las compañías cotizadas en España. "Poner en circulación esa enorme cantidad de dinero pendiente de pago y de obligatorio cumplimiento, tanto por parte de las AA.PP. como de las compañías con mayor capacidad de financiación de nuestro país, generaría una enorme cantidad de liquidez entre nuestras pymes y autónomos, y un aspecto fundamental, sin riesgo para el estado y de efecto inmediato", recalca Antoni Cañete, presidente de la Plataforma.

En la carta, la patronal de las pymes en Europa recuerda que el 90% de las pymes se ha visto afectada por el parón de la actividad económica en Italia y España, en primer lugar, y posteriormente en Alemania, Francia o Reino Unido y que los subsectores más afectados son los servicios, la construcción y la industria productiva. Una parálisis que ha llevado a que el beneficio de las empresas se haya recortado un 50% hasta ahora, con un impacto más acusado en aquellos países, como España, donde el sector servicios tiene un mayor peso (dos terceras partes del PIB). De hecho, las empresas españolas encuestadas revelan un desplome del resultado del 75% como consecuencia de la crisis sanitaria.